Para despedir el 2011 y dar la bienvenida al "12", pongo el siguiente enlace del motete Magi viderunt stellam, de Tomás Luís de Victoria (1548-1611) y cuyo texto -en latín- dice lo siguiente:
Magi viderunt Stellam / Los magos vieron la estrella,
qui dixerunt ad invicem / y se dijeron entre sí:
hoc signum magni regis est / "esta es la señal del gran rey"
Eamus et inquiramus eum / Vamos!, busquémosle
et offeramus eum munera / y ofrezcámosle presentes:
Aurum, thus et mirrham / Oro, incienso y mirra.
Alleluia / Aleluya.
Ayer tuve la suerte de volver a cantarlo con mis compañeros de Virelay en la Catedral de Cádiz.
Espero que todos encontremos nuestra estrella, que ella nos conduzca a nuestras metas y nos guíe en estos tiempos difíciles. Que estos exquisitos sonidos propicien un buen 2012 lleno de paz y salud para todos:
Canta Carlos Mena, acompañado al laúd por Juan Carlos Rivera.
A veces, cuando nos gusta mucho una canción caemos en el error de fijarnos sólo en la versión que escuchamos en el disco. Oímos otra versión y decimos "la canta diferente" o "esa no es la canción original".
En este post os mostraré tres versiones de una canción que siempre me gustó por su ternura y sinceridad: Just the way you are. Billy Joel, su autor, la publicó un par de años antes de yo nacer. Habla de un aspecto que considero muy importante en las relaciones de pareja: Aceptar a tu compañero/a tal y como es. Just the way you are se podría traducir "Tal como eres". Es una canción que habla del amor cotidiano, del querer a nuestra pareja tal y como es, con sus virtudes y defectos, con sus peculiaridades, con sus grandezas y vergüenzas.
Aunque el mensaje es claro, cada artista le da su propio enfoque, la interpreta a su manera y le da su toque personal.
Empecemos con la versión original interpretada por Billy Joel. Llena de calidez y ternura, con su voz acompañada por el teclado y una sección rítmica sencilla, acompañada del saxofón en momentos puntuales:
El también estadounidense Barry White, de gruesa y profunda voz versionó esta canción. White, del que me atrevería a decir que más del 90% de sus canciones hablan de amor, seguramente no se resistió a hacer suya esta canción de amor íntimo y cotidiano.
La principal diferencia con la anterior es que hace una introducción hablada. Su cálida y sensual voz es apoyada por un fondo orquestal, típico en sus canciones, en las que fusiona -en plena fiebre discotequera- el Soul con la elegancia de la orquesta de cuerda para reforzar el mensaje sensual y amoroso de sus canciones. El también sensual saxofón aparece con un solo similar al original:
Terminamos con una versión mucho más reciente por parte de la increíble Diana Krall. Cantante, pianista y compositora canadiense, ofrece su punto de vista desde el jazz. Acompañada por su piano y nuevamente por el saxo (que hace un solo diferente a las versiones anteriores), retoma en mi opinión el aspecto íntimo y sencillo que la voz de Joel ofrecía (curiosamente las tesituras del joven Billy Joel y Diana Krall son bastante similares):
¿Qué versión es la mejor?. La respuesta es sencilla: Todas.
Con esta hermosa canción he despedido hoy a mis alumnos de 2ºB en su última hora de clase:
La cálida voz de Diana Krall , con su versión jazz de este clásico navideñonos transporta directamente a un lugar cálido y seguro, lleno de paz junto a los que más queremos.
¿Quien decía que la Música no tenía nada que ver con la Ciencia?. En este vídeo podréis ver la relación especial que tuvieron importantes físicos con el Arte musical y cómo ésta influyó en sus teorías.
Ya os comenté en la primera entrada que actualmente soy profesor de Secundaria. Ejerzo mi labor en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), una tierra en la que conservo una amistad de tiempos de la Facultad.
Hace al menos 10 años mis pies se dirigieron a este hermoso lugar del Guadalquivir y Doñana. Paseé por sus calles con olor a Manzanilla, conocí las cobachas, la Iglesia de la O, las famosas carreras de caballos por la playa y descubrí el Castillo donde la reina Isabel I (la católica) vio por vez primera el mar...al menos, eso cuentan.
Hoy, después de 10 años mis pies vuelven a Sanlúcar. Como huésped temporal me siento agradecido por no sentirme extraño en esta tierra y, como docente, agradecido por la acogida de mis compañeros.
Ahora que llega el Invierno, más apetece volver a esos lugares atestados de turistas en Ierano. Da gusto disfrutar de la paz de lugares como nuestras playas durante la fría Estación, siempre dispuestas a que te tomes tu tiempo en ellas con tranquilidad y sosiego. Y ya que estamos en Sanlúcar nada mejor que darnos una vueltecita por la playa de Bajo de Guía, testigo del ir y venir de galeones y buques en su camino hacia América.